
[...] a través del disco se escucharán muchos synths y un estilo muy atípico para el género, pero West mantiene este estilo siempre en un concepto musical firme y muy bien definido, lo que le da muchísima fuerza y convencimiento a su planteamiento.
Es reconfortante encontrar una obra que reúna las virtudes de la electrónica synth-osa y soul y los moldee dentro de los parámetros del Hip-Hop. Y eso es exactamente lo que Kanye West logró hacer en su tercer disco, "Graduation".
Es una obra de arte. Empezando con la primera pista ya, expone los synths junto al piano, un sonido muy negro y especial, característico a través de casi todo el álbum, donde los tres principales instrumentos que usa son el piano, el teclado synth y el soul de la voz negra. En el segundo track, Champion, mezcla todo eso, siguiendo las vibras introductorias a mayor intensidad, lo que resulta también sonar como un mix de épocas: el ritmo contemporáneo con el sonido ochentero. Después se va al extremo con el cover del dúo electrónico francés Daft Punk en la canción mundialmente conocida Stronger, que lamentablemente ya está tan masticada que uno no la puede apreciar como la gran obra maestra que es.
Dentro de todo el álbum, hay una importante influencia para Kanye West: toda su habilidad de producción la mezcla con las tendencias europeas de la electrónica. Es por eso que a través del disco se escucharán muchos synths y un estilo muy atípico para el género, pero West mantiene este estilo siempre en un concepto musical firme y muy bien definido, lo que le da muchísima fuerza y convencimiento a su planteamiento.
Muy notorio en I Wonder: un piano suave se entrelaza con fuertes synths y violines, mientras que en pista #9, Flashing Lights, expresa su influencia europea con ritmos muy hiphoperos. Track 5, Good Life, también sigue esta línea: un falsete electrónico de fondo, el coro, cantado por T-Pain, también con distorcionador, y Kanye West que logra rapear armonizando muy bien con la música, rimando y pausando astutamente. Estas tres canciones son excelentes a la primera escuchada, al igual que Stronger y la dupla con Chris Martin (Coldplay) en el tema Homecoming: esta suena familiar, cálida y agradablemente original. En todo el disco expresa sus vínculos muy fuertes con la música de su ciudad, Chicago. Tema #10, Everything I Am, una balada con piano, batería muy suave para estandartes de Hip-Hop, y canto soul, mezclado con scratches en el coro. También en track 11, The Glory, uno tiene la sensación de estar en los barrios junto a las niñas que cantan al fondo y el ghettoblaster con los cuales los negritos hacen breakdance, un cliché asquerosamente conocido pero aún así provocador de una sonrisa.
En cuanto a la lírica, a diferencia de los primeros 2 álbumes, se puede observar que Kanye West ya no tiene tantos conflictos personales expuestos en su disco; en este álbum, tiene una visión más universalista y extrovertida. Sin embargo, su ego sigue, por supuesto, en alto.
Mientras que en la lírica obviamente Kanye nunca jamás logrará llegar a las dimensiones de maestría que tuvieron 2Pac o Eminem, logró provocar una revolución importante dentro de lo musical: mientras que muchos productores mezclan de forma poco atrevida, sólo asegurándose las ganancias de sus artistas, diferentes influencias parecidas al Hip-Hop obteniendo nada interesante, él, por fin, logró hacer un disco que realmente hace una diferencia dentro del género, y será recordado por mucho tiempo por eso. De esta forma, a pesar del ego gigante y de su figura desagradable en general, logra redefinir el Hip-Hop musicalmente, y así contribuye a rescatar este género, desde hace varios años en decadencia, de la falta de identidad de la que sufre desde que se comercializa de forma masiva en todo el mundo. Además, el cover es muy bonito.
Escucha: Homecoming, de Kanye West (junto a Chris Martin)

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