"Day & Age"
de The Killers
de The Killers
Famélico: El disco realiza un despliegue sónico de tipo barroco que raya entre la creatividad y el mal gusto. Cuando se juega con lo sintético y lo orgánico, hay que tener cuidado de que el sonido no se sobrecargue en todas las canciones. [...]
Después de un par de espléndidas entregas, estaba a la expectativa de escuchar el nuevo material de The Killers, titulado "Day & Age". El mal resultado estaba anticipado en las canciones que escuchaba rotar por las radios y la televisión, pero esperaba encontrarme con versiones más fuertes o alternativas interesantes de singles dentro del álbum. Un triste desencuentro me llevó a escribir esta reseña.
El disco realiza un despliegue sónico de tipo barroco que raya entre la creatividad y el mal gusto. Cuando se juega con lo sintético y lo orgánico, hay que tener cuidado de que el sonido no se sobrecargue en todas las canciones. Sus sintetizadores siempre me emocionan, pero en esta entrega parecen estar usándolos más para rellenar que para componer.
En Human el ritmo bailable invita. Sin embargo, eso se puede conseguir simplemente aislando el beat y obviando el resto de los arreglos. Spaceman, otra de las paradas obligadas, es sumamente pegajosa, pero muestra un desplante vocal ligero al punto de la negligencia; Brandon canta mal desde el comienzo. El mérito, parece, no es tanto de ellos sino del gancho pop que no dudan en usar.
Joy Ride me envía a un triste show de bar. Bajo una bola disco, un viejo vestido de nostálgico ochentero haciendo karaoke de radio cassetera con un acompasado pasito cursi que acompaña. Inevitablemente evoca imágenes de los últimos videos de la banda, donde los vemos ridículamente disfrazados. Demasiada parafernalia para poca sustancia. Mucho ruido y pocas nueces, dice la sabiduría popular.
A diferencia de las anteriores, This Is Your Life tiene un brillo aparte del resto de las canciones de "Day & Age", una de esas extrañas joyitas de cada disco. Un agradable paréntesis.
No se qué es peor, la garganta apretada de Brandon Flowers o la deliberada matanza de notas que realiza por la incapacidad de sostenerlas. Cantar en un registro más alto de lo acostumbrado es planear por los aires; hay que tener cuidado cuando no hay base en la que sujetarse porque la tarea se va fácilmente de control y transforma una idea refrescante en un calvario. Cantar mal a propósito puede ser un recurso interesante, pero aún las más grandes estrellas se arrepienten luego. Los remito a Robert Smith de The Cure con su peor álbum, "The Top".
Admitámoslo, las canciones no son malas, pero casi en su mayoría son del tipo que agradan más por la costumbre de escucharlas y la concomitante familiarización, que por efecto del impacto que producen en el oyente. Cuántas veces escuché el disco a la mitad; recomiendo finalizar el trayecto por la canción 6 o 7, es suficiente. Como fanático de la banda, no estoy menos adolorido por la reseña que cualquiera de ustedes. Pero prefiero quedar contuso antes que recomendar un trabajo tan mediocre. Las expectativas me jugaron en contra, lo admito.
Podría continuar, pero una súbita manifestación de etiqueta me dice que si no se va a decir nada bueno, es mejor callar. Por esta vez, decidiré seguir mi intuición. Pero quién sabe lo que nos depara el futuro.
Escucha: This Is Your Life, de The Killers
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